miércoles, 26 de marzo de 2014

Descendientes en la Historia: Grigori Rasputín

Grigori Rasputin

También conocido como “el Monje Loco”, Grigori Yefímovich Rasputín fue un Descendiente de Raza Oscura nacido el 22 de enero de 1869 y que murió asesinado en diciembre de 1916. Fue un personaje muy importante y con gran influencia durante la última época de la Disnatía Romanov. El nombre de Rasputín fue posiblemente un pseudónimo, siendo esta una palabra procedente del vocablo rasputnyi, que significa “disoluto”.

No se sabe a ciencia cierta cuál fue la Ofrenda que realmente controlaba Rasputín. Muchos de ellos pensaron que se trataban de habilidades de control mental, aunque según los expertos y después de estudiar algunos manuscritos antiguos se llegó a la conclusión de que el verdadero poder de Rasputín consistía en subyugar la voluntad de su objetivo, hasta el punto de poder incluso modificar conductas físicas. Una de las razones que también llevaron a pensar esto fue la sanación de Alexéi Nikoláievich, hijo de la zarina Anna Výrubova. En el año 1905, Rasputín fue llamado por la zarina para que pudiera cortar una hemorragia de su único hijo (Alexéi), quien al parecer sufría de una grave hemofilia. Tras sus cuidados y “místicas sanaciones” -como solía decir Rasputín- Alexéi mejoró considerablemente, facilitando su relación con la familia Romanov, e influyendo en la zarina.

Posiblemente, el poder psíquico de Rasputín logró que el propio cuerpo de Alexéi mejorara por su propia cuenta. Muchos Descendientes son de la opinión de que Rasputín tenía la capacidad de curar a otras personas, pero realmente no se ha demostrado nada, siendo cada vez más aceptada la posibilidad de que “el Monje Loco” tuviera un sólo poder, desestimando la hipótesis de que fuera de Rango Olímpico. Hay que destacar que a favor de Rasputín jugaban una serie de circunstancias que le facilitaron con creces el reconocimiento de sus capacidades. Entre ellas su personalidad y su físico. Rasputín era muy alto, midiendo casi dos metros de estatura y con una mirada penetrante. Era de pelo moreno pero con los ojos muy azules, lo que hacía que llamara la atención de una manera significativa. Con respecto a sus dotes de personalidad, tenía una personalidad fuerte, tosca y a veces hasta violenta, con una gran capacidad de oratoria, llegando a ser tan elocuente como para convencer con absoluta facilidad a la gente de sus “Divinos” propósitos (los suyos, por supuesto). También es sabido que era muy soberbio, y que alteraba etapas en las que podía amar u odiar fuertemente con una gran intensidad.

Tal y cómo describe una de sus hijas, Rasputín descubrió el poder de su Ofrenda a los 14 años de edad. La  idea de que “el reino de Dios está en nosotros” le hizo “correr a esconderse en el bosque, temeroso de que la gente notara que le había ocurrido algo inimaginable”. Cuando se hubo recuperado volvió a casa con “la sensación de una luminosa tristeza”.

Los años siguientes al descubrimiento de su poder fueron bastante pobres, empezando a beber a muy temprana edad y cometiendo actos delictivos. Cuando tuvo alrededor de 18 años se marchó a meditar al monasterio de Verjoturye, donde estuvo tan solo 3 escasos meses. Sin embargo, poco después Rasputín ingresaba en una secta cristiana conocida como jlystý (fragelantes). Los flagelantes pensaban que para llegar a la fe verdadera había que sentir dolor. Las reuniones de las sectas no eran más que fiestas y orgías, y que marcaron para siempre la vida del Monje Loco. Tras abandonar la secta, un iluminado llamado Makari le acogió como Regidor, quien tras años de entrenamiento creó un gran vínculo con él, consiguiendo ejercer una enorme influencia sobre sus ideas.

Con respecto a su muerte, Rasputín tuvo una serie de enemigos políticos que desconfiaban de sus intenciones, ya que su posición como consejero le convertía en una persona muy peligrosa por su gran capacidad de influjo. Finalmente fue traicionado por algunos políticos, quienes le aseguraron una reunión con la gran duquesa Irina Alexándrovna. En uno de los sótanos en donde le dijeron que debía reunirse con ella, y en donde esperaba mientras tanto a que su contacto apareciera, fue envenenado con cianuro, al servirle algo de comida y vino durante la espera. Sin embargo, sus enemigos perdieron la paciencia al ver que el veneno no hacía efecto, por lo que procedieron a dispararle con una pistola. Aunque le dieron por muerto, vieron que seguía con vida, por lo que tuvieron que asestarle varios disparos más y después golpearle fuertemente en la nuca para rematarlo. Finalmente, sus asesinos se deshicieron del cuerpo, atándolo con cadenas y lanzándolo al río Nevá, donde fue encontrado el 18 de diciembre de 1916. La autopsia del cadáver reveló que murió ahogado en el río, por lo que se pudo deducir que Rasputín seguía con vida cuando intentaron deshacerse de los restos. Aquel hecho también significó una gran controversia en los círculos más eruditos del Tribunal del Caos, ya que muchos pensaron que se trataba de un Titán, de Raza Oscura, pero con capacidades físicas de Héroe (o Demonio…) al haber conseguido sobrevivir a los repetidos intentos de asesinato. Finalmente, esta idea también quedó descartada, basándose simplemente en que Rasputín tenía una capacidad física extraordinaria, sumado a que su propio poder de subyugación le hacía ser más fuerte y resistente que cualquier otro Descendiente.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Brutal el descubrimiento!!! ¡Ahora todo tiene más sentido! A ver para cuándo sale el libro

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